Durante las clases, pude observar que, aunque de forma inconsciente, algunos alumnos de habla hispana pronunciaban determinadas palabras en castellano con una casi imperceptible distinción entre vocales abiertas y vocales cerradas. Esto sucedía principalmente en términos con el diptongo 'ie', como en 'nieve'.
Pero ¿cómo sería posible si sabemos que la fonética castellana no considera la alternancia entre tonos abierto y cerrado?
Me quedé muy intrigado y fui a investigar el porqué de algunos pronunciaren la primera 'e' de 'nieve' un poco más abierta y el porqué de ninguno de ellos lograr percibir la diferencia que ellos mismos hacían.
He encontrado cosas muy interesantes... Y todo comienza allá en el latín clásico.
Primero fui a ver como se hace la clasificación de las vocales en los dos idiomas:
➤En el español hablado hoy, la vocal se clasifica como abierta o cerrada según la apertura bucal en el momento de hablar. Las vocales A/E/O son abiertas porque hay una apertura más grande de la boca al pronunciarlas; las vocales I/U son cerradas porque la apertura bucal es menor.
➤En portugués, la clasificación es abierta o cerrada ("aberta/fechada") según el "timbre". Y se entiende por timbre, a un rasgo sonoro característico que permite distinguir sonidos que poseen la misma frecuencia, altura e intensidad, pero con ondas sonoras diferentes. Es lo que sucede, por ejemplo, con un piano y un violín que, aunque toquen la misma frecuencia y nota musical, poseen sonidos distintos debido a la particularidad de la constitución de cada uno.
Con respecto al hablar, el timbre tiene que ver con el movimiento que la lengua hace en el momento de la emisión del aire en relación con el paladar duro (cielo de la boca).
➢en un timbre abierto, la lengua se baja y se aleja del paladar. Es lo que sucede a “e” y “o” tónicos.
Por ejemplo: "neve/polo" ⇔ (/ɛ/, /ɔ/)
➢un timbre cerrado, la lengua se eleva y se queda más cerca del paladar. Puede pasar tanto con “e” y “o” tónicos como átonos también.
Ejemplo átono: "neve/polo" ⇔ (/e/, /o/)
Ejemplo tónico: “dedo/bolo” ⇔ (/e/, /o/)
Mientras buscaba por las informaciones arriba, he encontrado dos hechos que pueden explicar por qué algunos alumnos hacían la diferenciación y otros no.
1- El castellano medieval es mucho más parecido al actual portugués que al español contemporáneo. Basta con mirar a algunos ejemplos de cómo era en el medieval y como es hoy en el portugués y español:
2- Las cinco vocales (a/e/i/o/u) ya existían en el castellano medieval y las alternancias vocálicas como en 'piedra/pedrada' y 'cuezo/coso' también formaban parte de su escritura.
Algunas teorías sugieren estas alternancias como evidencias de que, al comienzo de la Edad Media española, podría haber existido la diferenciación entre vocales semicerradas (e/o) y vocales semiabiertas (ɛ/ɔ), muy similar al portugués, lo que se puede testificar en gallego y en catalán actuales.
Sin embargo, en castellano, las fonéticas semiabiertas tónicas deben haber dado lugar rápidamente a los diptongos 'ie/ue'.
(las transcripciones fonéticas siguen el padrón de cada lengua)
Entonces, en algún momento de la Historia, las vocales breves heredadas del latín siguieron caminos distintos, sujetas a las características y condiciones particulares de formación de cada una de las lenguas ibéricas.
Por todo ello, podemos afirmar a aquellos nativos hispanos, que piensan (o a quien se ha dicho) no poder diferenciar un timbre del otro, que es muy posible que tengan ese ‘gen de alternancia vocálica’. Quizá dormido. Sería entonces una cuestión de educar el oído, practicar y platicar...
Y, para eso, he desarrollado un ejercicio que suele dar resultados con alumnos y conocidos míos. ¿Querés intentarlo?
EJERCICIO PARA PRONUNCIAR LAS VOCALES ABIERTAS EN PORTUGUÉS
Es simple: Para la vocal "e", tomaremos la palabra "NIEVE":
1-Repita varias veces la palabra ‘nieve’. Hay que repetir y repetir y escucharse.
-Hágalo en alta voz, separando bien a las sílabas y marcando a la tónica: “nie.ve”.
-Empiece despacio y va gradualmente haciéndolo rápido.
-Intente escucharse. Fíjese en las vocales.
2-Ahora, fíjese en las vocales. Saque las consonantes y haga lo mismo sólo con las vocales, "ie.e". Despacio a rápido.
Si todo salió bien, vas a notar una pequeña diferencia entre las dos "e". Si es el caso, pasamos a la segunda etapa.
3-Repita el ejercicio, ahora poniendo atención a los movimientos que hace la boca y la lengua.
Vas a notar que la boca se abre más en la primera "e" y menos en la segunda. La lengua se aleja más del paladar en la primera que en la segunda.
Con la "O", la idea es la misma, aunque sea mucho más sutil para los de habla hispánica. Tal vez en las palabras 'BOLA/BOLO' se pueda sentir la diferencia. Repita varias veces "bo.la.bo.lo" y después sólo las vocales poniendo atención en las "o" tónicas.
Algunos alumnos me han dicho que pudieron percibir la diferencia fijándose en la intensidad con que pronunciaban cada vocal: más alta para las abiertas; más débil para las cerradas.
Bueno, ahora es con ustedes. Si logran escucharse, díganme; si no, díganmelo también.
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